[Columna – Diario Sustentable] El desafío de proteger a las ballenas

[Columna – Diario Sustentable] El desafío de proteger a las ballenas

Sonia Español, directora ejecutiva de la Fundación MERI

La imagen de una ballena emergiendo libre en el mar de Tocopilla navegó sin cesar por las redes sociales hace algunos días. La presencia de megafauna, una vez más, deslumbró al hombre. Fue calificada como “impresionante” y “hermosa” por los medios, pero más allá de su majestuosidad poco sabemos sobre la importancia de la protección de estas especies.

En el Día Mundial de las Ballenas, que se celebra cada 19 de febrero, resulta necesario recordar que los grandes cetáceos habitan en océanos repletos de peligro: contaminación acústica, enredos con redes, plásticos, colisiones y la caza en el mundo, han mermado sus poblaciones. En Chile, su categoría de conservación oscila de “vulnerable” a “en peligro crítico de extinción”, según el Ministerio de Medio Ambiente.

Se trata de especies que entregan beneficios ambientales: capturan carbono -en promedio una ballena azul secuestra 33 toneladas de CO2-; estabilizan los ecosistemas y aumentan la producción de los stocks pesqueros.

A la par de su importancia, los esfuerzos del país por protegerlas han sido encomiables: en 2008 se estableció una prohibición permanente de captura en aguas nacionales, fueron declaradas monumento natural y en 2011 se promulgó el reglamento general de protección a los cetáceos. En 2019, Fundación MERI y la Gobernación Marítima de Castro se aliaron para elaborar la primera normativa del país orientada a regular la navegación en la Patagonia Norte, demostrando que los privados pueden generar iniciativas en pro de la conservación.

La Fundación MERI, que promueve la investigación científica y la educación ambiental para la mitigación del cambio climático generando planes de conservación en distintos territorios, lanzó la sexta versión de la campaña estival “Ballena a la vista”, la que tiene como objetivo sensibilizar, reducir las amenazas y recordar a la comunidad que se deben respetar las distancias de seguridad en los avistamientos. También está disponible una Guía didáctica de cetáceos diseñada para que todos puedan conocer sus características biológicas, historia y hábitats en las costas chilenas.

La Fundación y el Ministerio de Medio Ambiente lanzaron The Blue BOAT Initiative, que contempló la instalación de la primera boya inteligente en el mar del Golfo de Corcovado, en 2022, un verdadero “oído” que capta los sonidos bajo el mar. El sistema permite detectar la presencia de cetáceos y así dar a aviso a la Armada para alertar a los barcos con el fin de evitar colisiones, un riesgo para las ballenas.

Al mismo tiempo, se están recolectando datos de variables oceanográficas con el objetivo de monitorear las actividades humanas en las áreas marinas protegidas a través tecnología que permite generar evidencia científica que ayuda a la toma de decisiones para la conservación de la biodiversidad en el marco del compromiso mundial 30/30.

Los esfuerzos que hace la ciencia y las organizaciones públicas y privadas no deben cesar para que todos tengamos la oportunidad de conocer y disfrutar de la belleza de las ballenas en los océanos.

Fuente: Diario Sustentable