Mensajes contundentes sobre lo que se viene haciendo en la adaptación al cambio climático se entregaron con los resultados del informe del sexto ciclo de reportes durante la V Conferencia Regional del Grupo Intergubernamental de Cambio Climático del IPCC, que se realizó entre el 12 y el 14 de julio en Bogotá.
Por: Rafael González Toro.
América Latina y el Caribe es una región muy vulnerable y muy expuesta a los impactos del cambio climático y merece tener muchos más datos de investigación que puedan aportar en la construcción de políticas públicas.
Así lo expresó Thelma Krug, vicepresidenta del IPCC, tras la presentación de los resultados del informe del sexto ciclo de reportes durante la V Conferencia Regional del Grupo Intergubernamental de Cambio Climático del IPCC, que se realizó entre el 12 y el 14 de julio en Bogotá.
En este reporte, al que asistieron los investigadores del IPCC, la ministra de Medio Ambiente, Susana Muhamad, organizaciones de base y diferentes entidades dedicadas a la preservación del medio ambiente, presentó mensajes contundentes en cuanto lo que se viene haciendo, especialmente en la adaptación al cambio climático.
“El cambio climático actual no es un cambio natural, es un cambio debido a la actividad humana y cuando decimos actividad humana nos referimos a emisiones antrópicas por quema de combustibles fósiles y cambios de usos de suelo”, dijo Paola Arias, una de las tres investigadoras colombianas que elaboraron el reporte.
El reporte muestra que en ningún lugar del planeta está exento de sufrir las consecuencias del cambio climático. Todas las regiones están siendo afectadas de forma diferencial. Y, en particular para Centro y Sudamérica, los investigadores observan que hay regiones en las que, por ejemplo, están aumentando los eventos de precipitación extrema.
Arias sostuvo que particularmente la región que más ha sufrido estas alteraciones es la que comprende países como Argentina y Uruguay. Además, hacia el noroeste, en Colombia, se proyecta que habrá aumentos en esos eventos extremos.
También se dejó en claro que el ciclo hidrológico está cambiando en formas diversas, ya que hay otras regiones que se están haciendo más secas. Por ejemplo, el nordeste de Brasil. Y en lugares como Chile el nivel del mar está aumentando a una tasa mayor que en regiones como el Caribe,
“Eso representa claramente una amenaza para poblaciones y ecosistemas de regiones costeras, para naciones insulares, territorios insulares. En el caso particular de Colombia, en las islas de San Andrés, Providencia y Santa Catalina sabemos también del retroceso, de la disminución de las regiones de glaciar”, agregó Arias.
Otro de los datos importantes que dejó este informe es que la región es muy vulnerable. Por su biodiversidad, hace entonces que cuando hay afectaciones en ecosistemas se den unos impactos directos. Además, con lugares de mucha inequidad, de mucha pobreza, de desarticulación institucional, y eso hace que sea muy vulnerable al cambio climático,
“Quisiera también resaltar otro dato que me impacta del informe y es que esta región se clasifica en este estudio como un punto caliente, o sea, uno de los puntos claves de alta vulnerabilidad humana en el planeta. ¿Esto qué quiere decir? Que somos una de las regiones del mundo donde los impactos del cambio climático van a tener más afectaciones a la gente”, expresó la ministra Muhamad.
Para la Ministra, la ciencia está alertando y los gobiernos, con esas alertas, deben prevenir. “Lo que hicimos al declarar la emergencia en La Guajira es interpretar la realidad de lo que nos dice la ciencia para una de las regiones más vulnerables. Vulnerabilidad significa donde los grupos humanos están más expuestos. Evidentemente La Guajira, donde está el pueblo guayú, disperso, es uno de los puntos más expuestos, más vulnerables. Y antes de sentir el peor efecto de El Niño, tocaba declarar la emergencia para tomar las
medidas inmediatas. No podemos seguir pensando en la emergencia como la reacción a un evento cuando ya no podemos hacer nada para mitigar la vulnerabilidad de la gente”, agregó Muhamad.
El reporte muestra también cómo una gestión integrada y más que una gestión, un cambio tal vez de paradigma en la relación con la naturaleza se hace fundamental. También consigna que la región está lenta en temas de adaptación.
“La adaptación está ocurriendo en algunas regiones con mayor velocidad, pero nuestra región en particular tiene una tasa muy lenta en términos de, por ejemplo, financiación para la adaptación. Ahí hay una brecha, hay una limitación importante en cuanto a la adaptación porque no hay recursos o hay pocos recursos y tenemos ahí, digamos, un elemento, parte de los mayores retos que tiene una región como la nuestra es la adaptación al cambio climático”, comentó Arias.
Además, Arias fue contundente en afirmar que se requieren reducciones rápidas, sostenidas, generalizadas de gases de efecto invernadero, no solo dióxido de carbono, también metano, también ozono, también otro tipo de gases.
Pero no todo fue un panorama desesperanzador en este reporte del IPCC y quedó el mensaje de que hay mucho por hacer. También se mostraron casos exitosos en donde hay estrategias que combinan adaptación y mitigación de una forma sinérgica. Además, se dejó el mensaje de que tenemos una oportunidad importante, pero que tenemos el reloj contando en este momento. Y por eso es fundamental acelerar la acción climática.
Fuente: Territorios Sostenibles